jueves, 14 de octubre de 2021

Una Profesión que se desgasta como una vela encendida

Quisiera iniciar esta reflexión entono a un gran personaje de nuestra historia quien estado en el exilio escribió varias reflexiones entono a la democracia, y si me refiero a el caudillo como se le conoció a don José Figueres Ferrer, quien Gerardo Contreras, lo cita de la siguiente manera:

“Democracia es una sociedad en que cada individuo tiene conciencia clara de lo que el grupo hace, es la colaboración de todos en el manejo de lo que a todos pertenece... El hombre vive en sociedad y sostiene un Estado regulador, para beneficiarse. Desde el momento mismo en que ese Estado le perjudica o irrespeta su persona, se ha roto el contrato y ha dejado de existir la sociedad” (p.10).

Si bien es cierto está refiriéndose a la democracia creo que se puede adaptar también a lo que es la siguiente reflexión en cuanto a los docentes y su significado en la sociedad, su ética y su relación con el estudiante y la institución.

Los docentes somos parte de una sociedad y cada uno de nosotros debemos tener conciencia clara de nuestro deber, el docente que busca beneficiarse a si mismo, en el momento que la ética le indica su camino a seguir y este le irrespeta desde ese mismo momento deja de ser un docente como tal.

Tenemos que ser conscientes de que estamos viviendo en un mundo que se avanza  de manera muy acelerado, en donde cada día las compañías de tecnologías corren para innovar y atraer hacia ellos la mayor cantidad de clientes, pero muchos se preguntaran que tiene que ver eso con la ética y la educación, pues desde mi punto de vista está íntimamente relacionado pues si bien es cierto en la educación se ven inmersos el docente y el alumno hoy en día la tecnología a tenido un gran repunte máxime con las condiciones en las que el mundo se encuentra en medio de una pandemia que no ha permitido que la educación se desarrolle de  forma tradicional es decir en las aulas.

Ahora bien, entonces ¿Cuál debe ser el papel del educador?

Debemos tomar en cuenta que la educación no es simplemente la transmisión de conocimientos, y si bien es cierto el modelo que es mayormente utilizado es el del docente transmisor de conocimiento y el estudiante un actor pasivo que solamente está recopilando la información para luego replicarla, la función del educador va más allá, el docente debe preocuparse de formar seres humanos íntegros por lo que la atención que se debe brindar es muy amplia.

Para nadie es un secreto que el docente que logra acercarse a los estudiantes, ese que valora a cada uno de sus discentes, dedicando tiempo de calidad y no mostrándose como el único conocedor de la verdad logra obtener grandes resultados.

Los docentes de hoy debemos esforzarnos cada día por estar actualizándonos tanto en nuestro campo como en los nuevos avances tecnológicos pues no podríamos acércanos a nuestros estudiantes si no tenemos conocimiento del mundo en el que ellos se desenvuelven, el docente debe tener la capacidad de enfrentar todo aquello que la sociedad misma le exige con la finalidad de crear una formación más integral.

No podemos vivir aislados de lo que sucede a nuestro alrededor, es importante también compartir nuestras experiencias con otros docentes y de esta forma nos vamos enriqueciendo tanto personal como profesionalmente, así como tampoco podemos simplemente actuar de forma tal que nos dejemos llevar por nuestros impulsos, no se trata de castigar y pasar señalando los defectos o errores a los estudiantes y encasillarlos.

Esto nos lleva a preguntarnos ¿Cuál es el deber del docente con el estudiante y la institución educativa?

Un buen docente se debe preocupar por sus estudiantes, buscar las posibles causas de las distintas conductas que se presentan en su salón de clase, conocer el entorno en el que se desenvuelve los alumnos, tener un contacto con las personas cercanas de los discentes, esto sin dejar de lado su papel, basándose en la ética profesional que le compete.

Un docente comprometido con el bienestar del estudiante buscando la formación integral, es aquel que se esfuerza a pesar de las circunstancias que la vida o sociedad le imponen, un profesional que se preocupa por actualizarse, por ofrecer una mano amiga a sus estudiantes y compañeros de trabajo, aquel que se preocupa tanto por sus contenidos como por llegar al corazón de los estudiantes en el buen sentido de la palabra, dejando huella en cada uno de ellos, es un docente que cumple su función haciendo respetar su ética como profesional de la educación.

Muchas veces el profesional en educación se deja llevar por sus sentimiento indistintamente de si es ira, enojo, miedo, tristeza o por circunstancias que vive en su núcleo familiar y esto repercute en su salón de clase e inclusive a nivel de institución, se debe tener un buen manejo de las emociones pues de lo contrario podríamos estar causando un gran daño a los niños y jóvenes  y por ende dejaríamos de ser esas personas que en lugar de ayudar a construir o formar personas de bien para la sociedad terminamos creando mayor conflicto.

La institución educativa va más allá de unas simples paredes somos los docentes la cara visible de la institución y seremos el reflejo de la calidad que se imparte en dicho lugar, por tanto, mantener un equilibrio adecuado en cuanto a la relación con los estudiantes es fundamental, así como también en cuanto a la calidad de educación que estemos impartiendo siempre comprometidos con una alta calidad.

Existen muchos docentes que tienen esto muy claro y creo que es porque su vocación está dirigida a esto justamente pero para nadie es un secreto que también existen muchos docentes que simplemente buscan esta profesión como una salida fácil como algo donde puedo obtener muchos beneficios sobre todo económico según el puesto y se deja de lado lo que verdaderamente importa el estudiante quien es y debe ser la razón de ser de cada institución educativa, por tanto ser docente requiere de mucha vocación emprendimiento, creatividad, responsabilidad, flexibilidad, autonomía, tolerancia, cooperación y muchos otros valores como también el estar buscando estar actualizados para obtener siempre la excelencia en todo lo que hagamos.

Es por lo anteriormente mencionado que toda profesión debe poseer un código de ética, pero en nuestro caso creo que es sumamente indispensable ya que esto nos lleva a buscar la excelencia como profesionales, a desgastarnos en busca de la excelencia de los demás, a ser mineros que extraen de las personas lo mejor de lo mejor, a ser constructores de profesionales y de ahí que somos personas que nos desgastamos, como lo hace una vela encendida buscando ser luz para la humanidad.

 

 

Yanán Leiva Castro

Curso Ética Profesional

 


Referencia Bibliográfica

Contreras, Gerardo (2008). Una lectura crítica de don José Figueres Ferrer. En torno a la guerra civil de 1948 y su papel en la Junta Fundadora de la Segunda República. Diálogos Revista Electrónica de Historia, 9(1),177-207. [fecha de Consulta 13 de octubre de 2021]. ISSN: recuperado de:   https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=43913130008