Una Profesión que se desgasta como una vela encendida
Quisiera iniciar esta reflexión entono a un gran personaje de nuestra
historia quien estado en el exilio escribió varias reflexiones entono a la
democracia, y si me refiero a el caudillo como se le conoció a don José
Figueres Ferrer, quien Gerardo Contreras, lo cita de la siguiente manera:
“Democracia es una sociedad en que cada
individuo tiene conciencia clara de lo que el grupo hace, es la colaboración de
todos en el manejo de lo que a todos pertenece... El hombre vive en sociedad y
sostiene un Estado regulador, para beneficiarse. Desde el momento mismo en que
ese Estado le perjudica o irrespeta su persona, se ha roto el contrato y ha
dejado de existir la sociedad” (p.10).
Si bien es cierto está refiriéndose a la democracia creo que se puede
adaptar también a lo que es la siguiente reflexión en cuanto a los docentes y
su significado en la sociedad, su ética y su relación con el estudiante y la
institución.
Los docentes
somos parte de una sociedad y cada uno de nosotros debemos tener conciencia
clara de nuestro deber, el docente que busca beneficiarse a si mismo, en el
momento que la ética le indica su camino a seguir y este le irrespeta desde ese
mismo momento deja de ser un docente como tal.
Tenemos que ser conscientes de que estamos viviendo en un mundo que se avanza
de manera muy acelerado, en donde cada
día las compañías de tecnologías corren para innovar y atraer hacia ellos la
mayor cantidad de clientes, pero muchos se preguntaran que tiene que ver eso
con la ética y la educación, pues desde mi punto de vista está íntimamente
relacionado pues si bien es cierto en la educación se ven inmersos el docente y
el alumno hoy en día la tecnología a tenido un gran repunte máxime con las
condiciones en las que el mundo se encuentra en medio de una pandemia que no ha
permitido que la educación se desarrolle de forma tradicional es decir en las aulas.
Ahora bien, entonces ¿Cuál debe ser el papel del educador?
Debemos tomar en cuenta que la educación no es simplemente la transmisión
de conocimientos, y si bien es cierto el modelo que es mayormente utilizado es
el del docente transmisor de conocimiento y el estudiante un actor pasivo que
solamente está recopilando la información para luego replicarla, la función del
educador va más allá, el docente debe preocuparse de formar seres humanos íntegros
por lo que la atención que se debe brindar es muy amplia.
Para nadie es un secreto que el docente que logra acercarse a los
estudiantes, ese que valora a cada uno de sus discentes, dedicando tiempo de
calidad y no mostrándose como el único conocedor de la verdad logra obtener
grandes resultados.
Los docentes de hoy debemos esforzarnos cada día por estar
actualizándonos tanto en nuestro campo como en los nuevos avances tecnológicos
pues no podríamos acércanos a nuestros estudiantes si no tenemos conocimiento
del mundo en el que ellos se desenvuelven, el docente debe tener la capacidad
de enfrentar todo aquello que la sociedad misma le exige con la finalidad de
crear una formación más integral.
No podemos vivir aislados de lo que sucede a nuestro alrededor, es importante
también compartir nuestras experiencias con otros docentes y de esta forma nos vamos
enriqueciendo tanto personal como profesionalmente, así como tampoco podemos
simplemente actuar de forma tal que nos dejemos llevar por nuestros impulsos,
no se trata de castigar y pasar señalando los defectos o errores a los
estudiantes y encasillarlos.
Esto nos lleva a preguntarnos ¿Cuál es el deber del docente con el
estudiante y la institución educativa?
Un buen docente se debe preocupar por sus estudiantes, buscar las
posibles causas de las distintas conductas que se presentan en su salón de
clase, conocer el entorno en el que se desenvuelve los alumnos, tener un
contacto con las personas cercanas de los discentes, esto sin dejar de lado su
papel, basándose en la ética profesional que le compete.
Un docente comprometido con el bienestar del estudiante buscando la formación
integral, es aquel que se esfuerza a pesar de las circunstancias que la vida o
sociedad le imponen, un profesional que se preocupa por actualizarse, por
ofrecer una mano amiga a sus estudiantes y compañeros de trabajo, aquel que se
preocupa tanto por sus contenidos como por llegar al corazón de los estudiantes
en el buen sentido de la palabra, dejando huella en cada uno de ellos, es un
docente que cumple su función haciendo respetar su ética como profesional de la
educación.
Muchas veces el profesional en educación se deja llevar por sus
sentimiento indistintamente de si es ira, enojo, miedo, tristeza o por
circunstancias que vive en su núcleo familiar y esto repercute en su salón de
clase e inclusive a nivel de institución, se debe tener un buen manejo de las
emociones pues de lo contrario podríamos estar causando un gran daño a los niños
y jóvenes y por ende dejaríamos de ser
esas personas que en lugar de ayudar a construir o formar personas de bien para
la sociedad terminamos creando mayor conflicto.
La institución educativa va más allá de unas simples paredes somos los
docentes la cara visible de la institución y seremos el reflejo de la calidad
que se imparte en dicho lugar, por tanto, mantener un equilibrio adecuado en
cuanto a la relación con los estudiantes es fundamental, así como también en
cuanto a la calidad de educación que estemos impartiendo siempre comprometidos
con una alta calidad.
Existen muchos docentes que tienen esto muy claro y creo que es porque su
vocación está dirigida a esto justamente pero para nadie es un secreto que
también existen muchos docentes que simplemente buscan esta profesión como una
salida fácil como algo donde puedo obtener muchos beneficios sobre todo
económico según el puesto y se deja de lado lo que verdaderamente importa el
estudiante quien es y debe ser la razón de ser de cada institución educativa,
por tanto ser docente requiere de mucha vocación emprendimiento, creatividad,
responsabilidad, flexibilidad, autonomía, tolerancia, cooperación y muchos
otros valores como también el estar buscando estar actualizados para obtener siempre
la excelencia en todo lo que hagamos.
Es por lo anteriormente mencionado que toda profesión debe poseer un
código de ética, pero en nuestro caso creo que es sumamente indispensable ya
que esto nos lleva a buscar la excelencia como profesionales, a desgastarnos en
busca de la excelencia de los demás, a ser mineros que extraen de las personas
lo mejor de lo mejor, a ser constructores de profesionales y de ahí que somos
personas que nos desgastamos, como lo hace una vela encendida buscando ser luz
para la humanidad.
Yanán Leiva Castro
Curso Ética Profesional
Referencia Bibliográfica
Contreras, Gerardo (2008). Una lectura crítica de don José
Figueres Ferrer. En torno a la guerra civil de 1948 y su papel en la Junta
Fundadora de la Segunda República. Diálogos Revista Electrónica de Historia,
9(1),177-207. [fecha de Consulta 13 de octubre de 2021]. ISSN: recuperado de: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=43913130008